sábado, 20 de febrero de 2010

Un buen deseo: educación para todos


Un buen deseo: educación para todos


Unas de las pruebas del interés que tenían por destacar ese valor fue la disposición, en 1830, de que sólo podrían ejercer el voto los ciudadanos mayores de 18 años que supieran leer y escribir.


Los particulares iniciaron la fundación de escuelas para enseñar a niños y niñas a leer, escribir y contar, proporcionándoles conocimientos considerados apropiados para cada sexo.


La escuela lancasteriana, fundada en 1822, fue especialmente efectiva porque permitía atender a más alumnos en menos tiempo. La educación que hoy llamamos secundaria proporcionaba bases para seguir una educación universitaria, siguiendo el modelo fránces.


Las prácticas coloniales que exigían a las personas ciertas caracteristícas como la limpieza de sangre o la pertenencia a un grupo social para tener acceso a la educación se fueron perdiendo. Y, en cambio, ganó simpatías la propuesta de que la instrucción debáa ser universal.


En 1867, siendo Juárez el presidente, promulgó una ley para que la educación elemental fuera gratuita y obligatoria, y decretó la fundación de la Escuela Nacional Preparatoria con base en los planes de estudio propuestos por Gabino Barreda. Se trataba de una institución que tenía el firme propósito de dar formación científica a los jóvenes, de acuerdo con los postulados de la filosofía positivista que había puesto en circulación Augusto Comte.


En las últimas décadas del siglo XIX, el apoyo a la educación fue más decidido y específico; se fundó la Escuela Normal destinada a formar a los maestros; se celebraron congresos con el fin de tomar acuerdos acerca de materias de estudio, métodos de enseñanza y medidas de higiene que se debían emplear para mejorar la preparación de los alumnos, éstas y otras acciones relacionadas con el fortalecimiento de la educación pública mostraron la esperanza que abrigaban los gobiernos y la sociedad de resolver problemas de desarrollo, atendiendo el quehacer educativo. Las escuelas de artes y oficios, y las profesionales para formar médicos, abogados, ingienieros y arquitectos, tambíen recibieron el respaldo del Estado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario