sábado, 20 de febrero de 2010

Diversiones y entretenimientos para pocos y para muchos


Sociedad y vida cotidiana


Con los nuevos gobiernos no faltaban las celebraciones de cáracter cívico que incluían desfiles, festejos y hasta un Te deum, es una larga lista de celebraciones religiosas que abarcaban lols oficios de rigor como la Semana Santa, el Día de Muertos y la Nochebuena. Las fiestas de la Virgende Guadalupe y de la Virgen de San Juan de los Lagos, convocaron a muchísimos fieles. Además se festejaban bautizos, matrimonios e incluso defunciones.


Después de 1830, los restaurantes y los cafés se sumaron a las tertulias junto con y los juegos de cartas, la temporada de ópera, los toros, el circo y las peleas de gallos, que eran exelentes motivos de reunión. La ópera congregaba a las clases acomodadas; a los toros y las peleas de gallos asistían también las clases populares.


Las actividades teatrales se le encargaron al Ayuntamiento de la Ciudad de México y la asistencia siguió revelando que no era lo mismo pertenecer a la élite que formar parte de otros grupos sociales. La fiesta de fin de año y los carnavales eran motivo de organización de bailes suntuosos para los más acomodados.

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